lunes, 13 de octubre de 2014

Retomando el Blog. Salida de la Volvo Ocean Race de Alicante

A la vista de la aceptación de mi otro blog - con casi 1.100 visitas -, sobre la travesía de este verano 2014, he decidido retomar este otro blog, menos específico, sobre temas de navegación. Su frecuencia de publicación será mucho menor que la de aquel otro, y ya que estamos en otoño/invierno quizas sea solo mensual. El objetivo de este blog "Skipper" es el de recopilar experiencias propias relativas a la navegación, y evitar asi que el tiempo las vaya borrando de mi memoria. La primera entrada, por tanto, es la de este último fin de semana, en Alicante con motivo de la salida de la regata Volvo Ocean Race, VOR, este pasado fin de semana.

Salimos de Madrid el viernes pasado, con dirección a esa bonita ciudad mediterránea. Los primeros 200 km del viaje estuvieron marcados por una lluvia intensa, que poco a poco se fue disipando. Al llegar al puerto el tiempo era bueno, parcialmente nublado, pero bueno. Y la temperatura fantástica, como suele ser habitual en Alicante en esta época del año: unos 29ºC. Tras aparcar el coche en el único hueco que quedaba en el espigón central de la marina, embarcamos en nuestro velero. Una vez terminada la estiba de las cosas que traíamos, nos fuimos a dar una vuelta por la zona Volvo Ocean Race del puerto de Alicante. Esta zona estaba a rebosar de visitantes, a los que había que sumar el personal staff que los distintos equipos y los sponsores habían movilizado. El equipo sueco SCA parece haber movilizado hasta 1.500 personas, incluyendo a sus invitados. Este equipo ademas ha atraído mucho la atención por tratarse de un barco cuya tripulación esta formada exclusivamente por mujeres.


En esta darsena exterior del puerto estaban preparados los siete barcos participantes en esta edición 2014-2015. Es de destacar - y agradecer - la participación de un equipo de una empresa internacional española, como Mapfre, con oficinas en numerosos países, en Europa como América o Asia. Mapfre ha tomado asi el relevo de Movistar, garantizando la presencia española en un evento náutico tan importante.


En todo el recinto se vivía una gran fiesta. Solamente en algunos de los tinglados de los equipos se veían movimientos de retirada, de recogida, sin duda porque ya todo el equipamiento de estos barcos estaba estibado a bordo. A las 19.30 h se acabaron las visitas a los barcos de la Armada - el Infanta Cristina y el buque hidrográfico Malaspina -, aunque a las 18.45 h ya no dejaban incorporarse a la cola a ningun nuevo visitante. Los restaurante y cafeterías de la zona comercial limítrofe con esta zona VOR estaban absolutamente llenos, al igual que la Marina D. Alicante, con numerosos barcos en tránsito.


Por la noche del viernes hubo un concierto de buena música, y en abierto, en esa zona VOR que atrajo a muchísima gente jóven.

El sábado estaba programada la salida de la flota regatista a partir de las 12 h, momento en el que el puerto se cerraba a entradas y salidas de otras embarcaciones. Por eso nosotros soltamos amarras a las 10.55 h, navegando por la darsena exterior de puerto de Alicante - aquella en la que estaban tanto los siete barcos de la regata, como los barcos de la Arnada y otros muchos de visitantes en pantalanes flotantes habilitados para esta ocasión -, de forma que pudiésemos tener la perspectiva de esta zona VOR desde el agua.

Según pasaban los minutos, a la darsena iban llegando mas y mas embarcaciones que, como nosotros, querían acompañar a los equipos de la regata en su salida rumbo a Ciudad del Cabo, el destino de la primera etapa, a unas 6.500 millas de distancia. Cerca de las 11.30 h nosotros optamos por salir por la bocana, y esperar ya fuera, en la bahía. La mar estaba bastante tranquila, y el viento era muy escaso.


La organización salía en zodiacs a preparar el recorrido por la bahía de Alicante de los siete barcos regatistas. Los primeros que aparecieron por la bocana fueron las gomonas con las boyas para la señalización del campo de regatas, previo al paso por la boya "Leaving Alicante", la última antes de enfilar el paso entre la isla de Tabarca y el Cabo de Santa Pola, en su rumbo hacia el estrecho de Gibraltar. De esta forma ponían los límites en el agua para que las embarcaciones - que no parabamos de movernos, a mas o menos velocidad - no entorpecieramos las maniobras de los barcos regatistas. En todo ese tiempo - tanto antes del pistoletazo de salida como después de éste, hasta la marcha de los regatistas hacia el Cabo de Santa Pola - el peligro siempre esta en ese movimiento constante de mas 800 barcos - la prensa local decía el domingo que habíamos sido 1.000 barcos -, los cuales siempre han de tener cierta arrancada. Y todos los navegantes quieren estar, logicamente, en una posición en el agua que les permita ver bien la evolución de la flota regatista. La organización iba a transmitir por el Canal 72 esa regata por la bahía, pero si ésta no se ve en directo  deja de tener mucho interes. Desde la costa también se seguía esta prueba inicial.


Naturalmente en estas situaciones de barcos muy próximos entre sí - y todos ellos en movimiento casi caótico - suele haber alguna que otra mujer mujer a bordo de algun barco que teme ser objeto del abordaje por parte de otros barcos, por el mero hecho de que estos pasen solo a un par de metros del suyo. Ese nerviosismo - generalmente injustificado, como se demuestra ya que no suele haber ningún contacto entre cascos - lleva a generar gritos acompañados de expresiones "fuera de lugar". Esa sensación de "abordaje 360º" se agudiza tremendamente según va avanzando el recorrido de los regatistas por el campo de regatas, ya que las embarcaciones de seguimiento aceleran su velocidad y navegan a gran velocidad entre embarcaciones para no perder de vista a los diferentes equipos.


Durante toda esa prueba por la bahía de Alicante la mar estuvo bastante tranquila, ya que tampoco había mucho viento, hasta que poco a poco se fue levantando el necesario para que los siete equipos pudieran coger velocidad. Cuando los siete barcos enfilaron la boya "Leaving Alicante" iban en ceñida rabiosa, y dos de ellos se salían del campo inicialmente señalizado. Esto obligó a las zodiacs de la organización a ordenar a aquellos barcos, que estabamos en el limite del campo inicial, a movernos hacia mar adentro, en un rumbo perpendicular a dichos límites. A este movimiento de barcos se unía el de aquellos otros que navegaban paralelos a dichas lineas imaginarias - marcadas por dos balizas - en su rápido seguimiento a los regatistas. Estos iban a mas de ocho nudos, y los barcos seguidores a su misma velocidad.


Entre esos barcos seguidores estaban megayates como el que se muestra en la foto - con una botavara por la que pueden andar sus tripulantes perfectamente -, con grandes esloras. Estos barcos desplazan una gran cantidad de agua, y en su avance crean una ola que se une a la de los otros cientos de barcos. De esta forma se formó una significtiva mar "confusa", con oleaje procedente de todas las direcciones, que hacía la navegación muy compleja, obligando a estar 100 % centrado en el timón. Y es ahí donde aparece mi frustración: siento no haber podido captar un par de imágenes impresionantes que ví en esos momentos, pero el timón era lo mas importante. No podía abandonar la rueda para coger la cámara,siendo esta una eterna frustración de un timonel-fotógrafo. Pero es que no se ha de perder de vista cual es la prioridad en estos casos. Quizás una pequeña cámara - aunque sea menos potente que la que suelo portar - situada en la frente me ayude en el futuro a resolver este (frecuente) problema cuando se esta al timón.

Los grandes fotógrafos deportivos especializados en náutica - y España tiene grandes profesionales en este campo, con reconocido prestigio a nivel mundial - se mueven en gomonas con potentes motores fueraborda, pudiendo asi estar en múltiples posiciones dentro del campo de regatas para el disparo de sus imágenes. Ademas emplean cámaras profesionales con buena óptica, fantásticos chips y rápidas tarjetas de memoria. Suelen disparar sus fotos desde posiciones que incluso son desfavorables, pero la potencia de las imagenes captadas les permite hacer la composición definitiva - encuadre, etc. - de la imagen final a posteriori, en el ordenador. Es decir, disponen de bastantes grados de libertad para un buen trabajo. Es una maravilla ver las fotos que publican estos profesionales.

Esta ha sido otra salida mas de un gran regata - como la VOR de hace un par de años, o la de grandes veleros -, en la que hemos estado presentes desde el agua, pero quizás ha sido ésta en la que hemos visto un mayor número de visitantes al recinto del puerto, y un mayor número de barcos acompañantes. La meteorología asi lo ha propiciado, además de la gran afición a la náutica que existe en esta ciudad de Alicante, en cuyos dos grandes puertos deportivos - la Marina D. Alicante y el R.C.Regatas de Alicante - amarran casi dos mil embarcaciones de recreo, desde pequeñas barcas hasta superyates.

Confiemos en que las negociaciones para que Alicante continue siendo la sede de esta regata sean un éxito, pues es un evento que da mucha proyección a esta ciudad y a la náutica española. Ademas de favorecer, de activar la economía local a corto plazo.


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